20.11.09

CRONICA SUBTERRANEA


El sitio Crónica Subterránea que dirige Débora Goldstern realizó una nota sobre la actividad dearrollada por el CEUFO. Quiero expresar mi reconocimiento a los conceptos pero sobre todo, al alcance de ese sitio al querecurre gente de todo el mundo por la calidad de sus reportajes. Quienes deseen visitar "Crónicas... " tan sólo picar el enlace de sitios amigos que se dispone en esta página.






Desde La Pampa comanda CEUFO, uno de los de grupos más respetados sobre investigación ovni en la Argentina, y que ya lleva treinta años de estudios ininterrumpidos en el tema.

Está considerado una autoridad en el área de las mutilaciones de ganado, asunto controversial, si lo hay, y que en esta entrevista exclusiva para Crónica Subterránea, profundiza para los lectores del blog.

Con ustedes, Oscar Alfredo Mario, más conocido como Quique. ¡Un reportaje imperdible!

Antes de introducir al lector en la persona de Quique Mario, una pregunta de manual: ¿Qué son las mutilaciones de ganado?

Son la expresión de tecnologías desconocidas, de acuerdo a lo que aseguraron una importante cantidad de profesionales con los que tuve el honor de compartir investigación de campo en los años en que estos episodios arreciaron en buena parte del país, 2002 y 2003 y ocuparon la atención no sólo de los medios de comunicación sino del público en general. Las mutilaciones de animales se siguen produciendo en una basta región central de Argentina en menor cantidad a los años mencionados.

Por aquel entonces hubo veterinarios que aseguraron que “los cortes” no los podrían conseguir en un laboratorio, porque siempre quedaría una huella de los elementos utilizados en un trabajo convencional. Con ese concepto destacan que la tecnología puesta de manifiesto en los casos comparados que ellos estudiaron, es prácticamente perfecta.

Cuando se empieza indagar el tema en la Argentina, tu nombre aparece vinculado como uno de los referentes más importantes del país, y tal vez del mundo ¿Cómo nace esa asociación?

Tal vez por mi experiencia como investigador de campo. Hace más de 30 años que ando y cuando afirmo esto, es porque recorro amplias regiones sin importar las estaciones del año ni la hora. Además, el epicentro de las mutilaciones se produjo en la zona en que vivo lo que de alguna manera facilitó mis desplazamientos por terrenos que ya conocía.

A pesar de mi bajo perfil, ya que no me interesa relacionarme con medios nacionales para dar espectacularidad a los relatos, la mayoría de los investigadores de la camada que me precede me conocen y saben cómo trabajo. La relación con el tema se fortaleció cuando recogí decenas de testimonios de productores, trabajadores rurales y gente del interior que denunciaron la presencia de extrañas “luces” que evolucionaron en las zonas en que se dieron las mutilaciones.

Aquellos que te conocen en el medio, te señalan como uno de los mejores investigadores de campo. Se podría decir que cuando se trata de mutilación de ganado es una condición necesaria, por no decir, casi natural, aunque todos no la tienen.

De alguna manera esto está expresado en la pregunta anterior. La experiencia y el conocimiento de las regiones más la cantidad de relatos de testigos calificados, conforman un combo por demás interesante a la hora de analizar fríamente las mutilaciones. En lo personal, pienso que hay muy buenos investigadores de campo en el país, aunque reconozco que tal vez somos una especie en extinción, porque hoy muchos investigan leyendo en Internet y los diarios y después hablan como si hubieran estado en el lugar… aunque no lo conozcan.

Pasemos a tu centro de operaciones, La Pampa. Las cifras de casos es abrumadora, y por lejos, una de las provincias argentinas más afectadas por el fenómeno de las mutilaciones. ¿A que obedece una casuística tan elevada?

La pregunta es muy buena pero… no tengo respuesta. La única hipótesis que se me ocurre es que hay grandes extensiones con variedad de ganado y animales silvestres de gran porte como el jabalí y el ciervo que también han aparecido mutilados. No se trata de un fenómeno que se da con ganado de corral solamente. Esa podría ser una posibilidad del “interés” de quienes matan animales y les extraen en la mayoría de los casos tejidos blandos. Cuando hacemos referencia a las cifras, realmente son contundentes porque en 2002 hubo más de 700 animales y al año siguiente una cifra similar. El fenómeno sigue produciéndose en esta región del país aunque en menor escala.

El tema ovni parece dominar la escena en cuanto a mutilaciones de ganado, aunque a lo largo del tiempo hubo quiénes pretendieron separarlos. Sin embargo ambos fenómenos están estrechamente vinculados, y continúan desafiando toda lógica, a pesar de las explicaciones más cientificistas. Por otra parte las mutilaciones agregan un componente menos agradable en cuanto al factor ovni, ya que obligan a situarlo como una contraparte que muchos evitan asociar.

Por supuesto que esto desafía toda lógica. Ese es el misterio y el argumento que pretendieron utilizar los exponentes de la ciencia ortodoxa y sus adláteres escépticos que con sus túnicas cientificistas difunden que la gente del campo o la gente del interior toma mucha ginebra por eso ve cosas extrañas. Pero creo que ha llegado la hora de abrir la mente y en el caso de lo ortodoxos, correr las anteojeras que les permitan ver un poco más allá de lo que sus encasillamientos le muestran.

Por suerte he trabajado con profesionales de primera línea en cada especialidad que tienen una visión distinta, más abierta y eso es una buena señal, porque se admite que “hay algo más” a tal punto que sobre el tema mutilaciones hay un informe oficial de la Facultad de Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa que es contundente cuando afirma que luego de estudiados 38 casos en laboratorio, la conclusión es que “los cortes son mecánicos” aunque no precisan su origen… porque lo desconocen. Esa conclusión no ha tenido difusión masiva. ¿No es extraño?.

Hay que destacar que si las mutilaciones son una manifestación extraterrestre, suena como algo violento o agresivo, lo que daría por tierra con algunos enunciados de quienes sostienen que los ET son seres benévolos a quienes consideran “hermanos mayores”. En ese caso, estaríamos ante la presencia de civilizaciones distintas que nos visitan. No obstante, no conozco casos en los que los seres hayan sido agresivos con testigos humanos en los Encuentros Cercanos del Tipo III en nuestra región, más allá de haber producido algún pinchazo o marca en el cuerpo pero no de forma violenta.

Supongo que a lo largo de los años, y luego de los miles de casos estudiados, hay lugares comunes que parecen repetirse. ¿Cuáles serían esos puntos coincidentes, si es que existen?

A esas zonas en la que el fenómeno es recurrente las denominamos “zonas calientes”. No obstante no hay patrón que nos permita esperar determinada fecha u horario y esto lo aprendimos con el tiempo. En la década del 70 suponíamos que el fenómeno se daba más en horario nocturno y en época de invierno porque las estadísticas nos arrojaban eso. En la década del 80 esa franja se fue ampliando paulatinamente. En los 90, el fenómeno se producía durante todo el año aunque con preferencias nocturnas y en el nuevo siglo, comenzó a darse todo el año y en cualquier hora del día. Siempre hablando de la región en la que trabajo e investigo que es la zona central del país. Por o tanto, no podemos hablar de “puntos coincidentes”.

Durante años muchas fueron las explicaciones esgrimidas, en un intento por encauzar el fenómeno dentro de una atmósfera más realista. Hay como desarrollada una especie de competencia no declarada, para ver quién ofrece la mejor resolución al enigma que las mutilaciones plantean. Desde psicosis generalizada, conspiraciones bizarras, hasta extraños animales casi vampíricos, son algunos de las respuestas ofrecidas, así como una posición oficial un tanto ambigua, que no ayuda a disipar las dudas aún latentes.

Se ha hablado, se ha improvisado y se ha especulado tanto sobre esto que a veces me pongo colorado cuando escucho algunas explicaciones, y las posibilidades enunciadas en esta pregunta por supuesto tienen sellos que los avalan. Es que cuando hay un tema de este tipo y los medios de comunicación salen en busca de la primicia, hay personajes que sin saber de qué se trata comienzan a dar explicaciones de algo que no tienen la menor idea.

En ese sentido, hubo algunos científicos que realizaron un experimento y acusaron al “ratón hocicudo rojizo” de ser el causante de las mutilaciones y el Senasa abrazó ese argumento y lo convirtió en el resultado “oficial” del tema. Hubo quienes utilizaron como argumento la presencia del “chupacabras”, otros que se trató se sectas que estaban realizando alguno de sus ritos. Ahora, a quienes aseguran eso les preguntás qué zona recorrieron y qué pruebas de campo juntaron y no te saben responder… pero, ganaron sus cinco minuto de fama en algún medio.

De alguna manera se intentó competir a ver quién juntaba más información de casos de animales mutilados en una suerte de “competencia no declarada” que en realidad no aportó nada a la investigación.

En ese marco, nadie tuvo en cuenta el resultado de los análisis realizados por la Facultad de Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa que mencioné antes. Y para rematar te comento que en muchos de los campos en los que estuve trabajando, los corrales o los lotes están separados por tranqueras con candado y encima, no encontramos el menor rastro de nada, ni siquiera del animal pataleando cuando muere.
Con lo antedicho, difícilmente a la gente se le pueda despejar alguna duda.

Dentro de este gran puzzle que suponen las mutilaciones, otro gran dolor de cabezas es la aparición de ciertas entidades, catalogados como humanoides, que se observaron en algunos de los casos. Y me surge una nueva pregunta de manual: ¿se puede hablar de una vinculación entre ambos fenómenos?

¿Por qué no? Te dije en otro párrafo que para investigar hay que tener la mente abierta porque acá pasan cosas que salen de la lógica. No hay explicación a ciertos episodios asociados, no hay huellas de quienes mutilan un animal… ¿o se lo llevan para arriba? En ese caso, en estas regiones que son alejadas de grandes centros poblados, te digo que si viene alguien en un helicóptero lo distinguen enseguida, porque sería un sonido diferente al que la gente tiene registrado.

Respecto a supuestas entidades, he recibido decenas de testimonios que hablan de uno o varios seres de “ojos rojos”. Esa fue una constante que surgió en esta zona en el año 1996 y te puedo asegurar que viene en constante aumento. Los testimonios fueron brindados por gente de todo tipo de extracción: profesionales, trabajadores, jóvenes y las reacciones fueron siempre diferentes pero refiriéndose a los “ojos rojos” con cierto temor.

También hemos tenido descripciones de seres de más de 2 metros de estatura y en todos los casos hay una extraña sensación de temor y no es para menos no?. Y yo cerraría con tu misma pregunta pero… ampliándola ¿se puede negar una vinculación entre ambos fenómenos?.

Tu reputación suscitó que Alejandro Agostinelli te incluyera en Invasores, de reciente aparición como un exponente de las mutilaciones en el país. ¿Te sentiste identificado con las conclusiones esgrimidas en el libro?

En absoluto. Si me sintiera identificado con las conclusiones de Alejandro sería escéptico. Lo que destaco de su trabajo es el seguimiento y el rescate de algunos episodios. Pero Alejandro no investigó el tema OVNI… lo hizo con protagonistas de episodios que se dieron en distintos puntos del país en otros años, poniendo en duda a los testigos. Pero en su trabajo no consta que él investigó de primera mano un episodio y lo digo con respeto a su postura y porque lo conozco. Hemos conversado muchas horas y cuando vino a La Pampa lo he llevado a diferentes zonas. Lo que no comparto con él es el toque irónico de sus crónicas y el aire jocoso con que pretende cerrar los casos y eso… obviamente no lo comparto pero, es su trabajo, lo tengo porque me lo envió de regalo pero en lo personal, él sabe que no lo compraría.
En definitiva, al campo de la investigación del tema OVNI no hace aportes. Sí le pone un toque risueño en algunos artículos con la capacidad que tiene para escribir.

Aunque son cientos los casos que investigaste, supongo habrá alguno que ocupe el podio, y que te marcó para siempre.

Si no son cientos, deben faltar muy pocos, porque en 30 años he recorrido miles de kilómetros y hablado con mucha gente. Eso me hace asumir posturas que se denotan en la pregunta anterior. Cuando hago una investigación para mí lo más importante es el testigo porque necesita contención y con el tiempo, he logrado reunir un equipo de profesionales que me brinda el soporte necesario para cada caso. No me interesa que lleguen los medios a cubrir el episodio porque, salvo honrosas excepciones, algunos sólo buscan la espectacularidad y no les interesa el testigo más que para la declaración y si llora en cámara mejor.

No hay uno que me identifique más… en realidad son tres: el “Caso Sayago” de abril de 1980, porque fue mi prueba de fuego en investigación del Tipo III; el segundo es el “Caso Platner” de agosto de 1983 por la calidad del testigo y el “Caso Pucheta” marzo de 2006, porque representó el ideal del investigador: encontrarlo después de 18 horas de búsqueda, antes que los equipos médicos.

Una faceta poco conocida, es la de escritor. Tenés publicado dos trabajos, “Sin Respuesta”, sobre las mutilaciones de ganado, y “Ataque Rankelia”, una novela de ciencia ficción que trata sobre el mundo subterráneo. Y según me contó un pajarito se viene una tercera obra. ¿Qué podés adelantar a los lectores de Crónica Subterránea?

Es una posibilidad que se gestó hace muy poco tiempo por parte de un grupo editor de la ciudad de Buenos Aires que conoció el trabajo de campo que he desarrollado y tuvo en cuenta mi profesión (periodista). La idea es realizar una obra completa con los 30 años de experiencia en la investigación de campo, con espacio especial para los casos más impactantes y con algunas definiciones de la investigación desde mi punto de vista. Al trabajo de re escribir algunas cosas ya lo comencé y pienso terminar el contenido a fin de año para en el comienzo de 2009 comenzar a dar forma al libro que aún no tiene nombre definido.

Pregunta final y obligada. Recomendaciones de Quique Mario para los investigadores que recién se inician en el estudio de las mutilaciones de ganado.

En realidad a la gente más joven no me gusta hacer recomendaciones ni darle consejos, porque ellos vienen con una lucidez natural que les permite ver desde otra óptica los sucesos. Prefiero hacer sugerencias en base a la experiencia que se pueden resumir en el respeto por el testigo, respeto por el fenómeno, prudencia y humildad a la hora de definir un caso y hacer declaraciones públicas. Al momento de llegar al escenario de una mutilación hacerlo con precaución y la máxima atención para no borrar potenciales huellas. Llevar elementos para recoger muestras, tomar todo tipo de precauciones como utilizar guantes de látex para el manejo del animal. Relacionarse con equipos técnicos que puedan realizar análisis de la muestras y con paciencia volver cuantas veces se consideren necesarias para realizar una inspección de la zona en cuestión. En lo posible, conformar equipos de tres personas para que puedan trabajar en distintas funciones. Mientras unos lo hacen en el escenario central, otros deben desplazarse por los alrededores en busca de pistas que nos conduzcan a la comprensión del episodio. Estas sugerencias, se le deben agregar los elementos que los jóvenes investigadores consideren puedan servir para avanzar en el trabajo de campo.

Quique Mario, infinitas gracias!